El coronavirus agravará los problemas de agua

La carencia de agua y las dificultades para su acceso en la región mediterránea se agravarán con la pandemia de la COVID-19, han asegurado el pasado miércoles los países de la Unión por el Mediterráneo (UpM) y el Instituto Mediterráneo del Agua.

Ambas instituciones han advertido de que en los próximos 20 años en la región de Europa-Mediterráneo, alrededor de 250 millones de personas sufrirán “pobreza de agua”, una cifra “que podría exacerbarse potencialmente por la pandemia”.

La UPM advierte asimismo que en las próximas décadas, se espera que la disponibilidad de agua disminuya un 15%, situación que causará “restricciones importantes para la agricultura y el uso humano en un área que ya sufre de escasez de agua”.

El agua en el área mediterránea

En ese sentido, y tras consultar a expertos de países como Argelia, Chipre, Egipto, Francia, Jordania, Líbano, Malta, Marruecos, Palestina, España, Túnez y Turquía, se han propuesto compartir preocupación y elaborar recomendaciones para atajar la crisis.

Más allá, los países involucrados han dicho ponerse de acuerdo en que garantizar el acceso al agua es “esencial” y que establecer planes de suministro por la emergencia es clave, como han demostrado los cortes sufridos durante el confinamiento en países como Jordania y Turquía.

Satisfacer la creciente demanda de agua potable de buena calidad y para el riego es “un desafío complejo”, una situación que “a menudo conlleva desacuerdos entre los usuarios de las aguas subterráneas y los propietarios de tierras, o entre países”.

Dependencia de este recurso

De cara a la fase de recuperación, han subrayado que el suministro es vital para el empleo y han recordado que tres de cada cuatro trabajos de la región (de la agricultura a la energía, pasando por el turismo) “son altamente dependientes de este recurso”, por lo que deben establecerse planes para asegurar su suministro.

Fuente: mluquillas / EFE VERDE




Último aviso de catástrofe climática, nos quedan 10 años para evitarlo

En Ancelave somos ecológicos y nos preocupa el medio ambiente. Y no porque esté de moda o queramos quedar bien, todo lo contrario. El planeta está en grave riesgo de convertirse en un desierto como no lo evitemos pronto. Estamos ante el último aviso de catástrofe climática.

Último aviso catástrofe climática, el cambio climático es inevitable

Y es que como no tomemos medidas ya no va a quedar planeta para nuestros nietos y nietas.

Todos los organismos y gobiernos encabezados por Naciones Unidas nos advierten de que apenas tenemos margen de error.

Apenas nos quedan 10 años para evitar el cambio climático y sus consecuencias.

Como la mayor parte de la gente sabe el aumento de temperatura en el planeta es insostenible, en especial, desde hace unos años.

El ritmo de 1,5 grado de temperatura es inviable para la vida de seguir este ritmo.

No solo por los problemas de la escasez de agua, un recurso cada vez más limitado. No sólo en nuestro país, también en el resto del mundo.

Las reservas mundiales de agua cada vez son menores y los efectos del cambio climático hacen que los países con pocos recursos tengan que importar agua o declarar el Día Cero tal y como hizo Sudáfrica.

¿Qué es el día Cero?

El Día Cero no es otra cosa que la fecha en la que una zona, país o ciudad se queda «literalmente» sin agua.

Esta estrategia intenta mentalizar a la población, a las empresas y a todo el mundo para recortar agua. Lo bueno es que funciona, lo malo es que es una medida extrema.

Prueba de ello es que en Sudáfrica, en concreto en Ciudad del Cabo, declararon tres veces este día y consiguieron ampliar el plazo.

Es decir, impidieron quedarse sin agua. De esta forma, los más de 4 millones de habitantes que residen en la zona evitaron tener que desplazarse a puntos de abastecimiento para coger agua y tener en su casa.

Eso sí, para ello se puso un límite de 25 litros por persona que se reguló para evitar el despilfarro. Gracias a ésta y otras medidas concienciaron a la población y se evitó un desastre.

Este es el ejemplo de que el aviso de la ONU no es en vano. El año pasado se pudo ver varios toques de atención de este tipo en Madrid en forma de eventos y cumbres climáticas. 

La conferencia del agua de Madrid celebrado en febrero del 2019 pasado reunió a las principales organizaciones mundiales del sector.

Meses después, en diciembre se celebró la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático también conocida como COP25.

En ambas citas se debatieron temas importantes que preocupan a la sociedad. Uno de ellos sin duda fue los grandes retos que nos plantea la escasez de agua.

Otros temas que se hablaron fueron las medidas a tomar para contaminar menos y mejorar la sostenibilidad en las ciudades, entre otros.

A estos eventos acudieron grandes personalidades, entre ellas, Greta Thunberg, la adolescente y activista medioambiental sueca que trata de concienciarnos sobre esta alarma climática.

De hecho, una de sus frases se ha convertido en todo una declaración de intenciones y una verdad abalada por científicos y la ONU.

«La emergencia climática no es un problema futuro; nos afecta ya»

Tal y como indicó Thunberg en Madrid el año pasado este problema nos afecta ya. Un ejemplo claro es el temporal Gloria que dejo devastada la costa del Mediterráneo el pasado mes de enero.

Y es que los expertos advierten de que Gloria es un aviso de lo que puede estar por venir como no tomemos medidas ya.

De hecho, el cambio climático está a punto de cargarse el Delta del Ebro y muchas playas y zonas costeras no sólo en España sino en todos los lugares del mundo.

Desde Indonesia, pasando por Filipinas, los Países Bajos, ciudades como Nueva York o Nueva Orleans son algunos de los sitios que van a ver como el mar va a ir ganando terreno los próximos años.

2030: fecha límite

Los científicos advierten de que la fecha del 2050 es demasiado tarde para evitar las horribles consecuencias que tiene el aumento de la temperatura en el planeta.

Para evitar esta catástrofe climática hay que tomar medidas ya. Como no se haga en menos de 10 años la situación será imparable. De poco valdrá los avisos de las autoridades, gobiernos y medios de comunicación.

El efecto destructivo de las emisiones de los gases de efecto invernadero que son los responsables del aumento de la temperatura no dejan de subir cada año.

La ONU advierte del peligro de este incremento constante. De seguir así el aumento global de la temperatura a finales de este siglo sería de 3,9 grados en vez de los 3,4 que ahora se calculan.

De ser cierto estos datos, y todo apunta a que sí, se tendrían que triplicar los compromisos adquiridos en la COP25.

Y es que tanto científicos, como políticos y expertos en medio ambiente están de acuerdo en que es el momento de iniciar soluciones urgentes y adecuadas para minimizar el impacto del cambio climático.

De haber tomado en serio este problema anteriormente tendríamos más margen. Si se hubiera hecho hace 10 años la reducción de emisiones anual sería 0,7 por ciento.

En cambio, ahora en 2020 el incremento de las emisiones globales de CO2 deberían de ser del 1,5 por ciento.

En otras palabras, contaminar menos, usar coches eléctricos, usar el transporte público, limitar el acceso de los vehículos a las grandes ciudades, reducir el uso del carbón y aumentar el uso de las energías renovables son las grandes metas y retos para estos próximos 10 años.

Todas estas medidas también sirven para paliar la disminución de los recursos hídricos del planeta. Una meta y un objetivo que nos preocupa y que debería unirnos como sociedad.

En Ancelave somos conscientes de esta alarma y último aviso de catástrofe climática. ¿Y tú también lo eres?

Por todo ello, queremos impulsar una ley que regule el sector del lavado de vehículos a nivel nacional para evitar el derroche del agua.  ¿Cuáles son las ideas que se te ocurren para evitar esta amenaza?

Déjanos un comentario y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en redes sociales. Y sobre todo, no malgastes agua.

Ayudarás al planeta más de lo que te imaginas. 




El consumo de agua reciclada aumentará por la falta de agua potable

La COP25, o lo que es lo mismo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 celebrada en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019 alertan de que las consecuencias del cambio climático son inminentes. Una de ellas es precisamente, la escasez de agua potable lo que hará que aumente el consumo de agua reciclada.

Y no sólo ocurrirá en países y sitios de clima desértico o donde haya poca lluvia, también en algunas zonas de España como Madrid, la zona de costa del Mediterráneo, Malta, África, zonas del Amazonas o lugares famosos como las cataratas Victoria, que han sido noticia estos días por la alarmante falta de caudal del río.

¿Cuál es la solución o soluciones que proponen los países?

Las medidas e intentos para evitar el cambio climático van por varias direcciones, una de ellas es que países, gobiernos y empresas van a firmar un convenio en el que van a presentar su acción climática como la reducción de gases, regulación del mercado de carbono y una transición ecológica y mejora en la planificación y gestión del agua.

Estas medidas, en especial, la del consumo de agua potable va afectar y mucho al líquido que consumimos y cómo vamos a hacerlo.

Hasta ahora muchas normas que se aplicaban para ahorrar y reducir el consumo de agua han dejado de aplicarse ya que no acaban de funcionar como debieran.

Por ejemplo, las reparaciones de filtraciones en la red de abastecimiento, la mejora de las tuberías, canales (para consumo humano, industrial y ganadero) y acequias o la implantación del riego por goteo son medidas que no acaban de funcionar del todo.

El motivo no es porque no resulten eficaces y útiles, que lo son, sino porque el problema es que llueve poco. Es decir, cae poca agua del cielo y por lo tanto escasea y la que tenemos hay que cuidarla o reutilizarla.

Por lo tanto, si no se toman otras medidas tendremos un problema muy gordo.

Por ello, los países, entidades y ciudades están buscando alternativas como invertir en la salinización, educar a la gente y controlar a la población para que no agotemos nuestros recursos líquidos.

Sin embargo, otra medida que se está comenzando a usar en diferentes lugares, España incluida, es el aumento de consumo de agua reciclada para no llegar a un punto crítico ante la falta del oro líquido.

¿Qué es el agua reciclada?

Y es que tan importante es mejorar las redes de abastecimiento para evitar pérdidas (de hecho, son una de las principales causas de la escasez) como de evitar que se contamine, pero sobre todo, reutilizarla.

Y es que el agua reciclada es una solución que apuesta por consumir y aprovechar el agua en diferentes ámbitos, no sólo en el consumo sino también en el tratamiento de la misma.

Pero, ¿en qué consiste el agua reciclada? La respuesta es fácil, el agua reciclada es aquella que se vuelve a utilizar para consumo humano y que proviene de diferentes fuentes como la regeneración de agua o agua tratada.

Un ejemplo de esto sucede en Madrid, donde la empresa pública encargada del ciclo integral de todo el líquido en la Comunidad es responsable del cuidado de la misma y está buscando nuevas fórmulas para evitar la falta de calidad, así como luchar contra la escasez del líquido en la red de abastecimiento.

Canal Isabel II, la empresa pública que cuenta con unos laboratorios en Madrid está buscando formas para combatir la falta de agua y la recogida de la misma, y es que según diferentes informes se ha visto reducida un 20 % en los últimos 30 años.

Si a ello le sumamos la presión de la población que aumenta cada año, el consumo se dispara sin remedio y hay que buscar nuevas formas para evitar que impacten en las reservas de agua potable.

¿Cómo funciona la entrada de agua tratada a la red de agua potable?

Precisamente, la situación histórica actual se suma a la limitación de los recursos hídricos tanto en el presente como en el futuro.

Las reservas de agua y la consecuencia del cambio climático no invitan a pensar que llegue para todos.

De ahí que se busquen fórmulas para añadir agua tratada a las redes de abastecimiento e incluso tener que acudir al consumo de agua reciclada para paliar la falta de líquido.

Esto no sólo ocurre en Madrid como comentamos antes, también en otros países y continentes. Por ejemplo, en Malta, un país pequeño situado en medio del Mediterráneo proponen diferentes soluciones.

A la reparación de fugas y la mejora en la gestión del servicio se contempla un programa de reutilización del agua para conseguir el equilibrio entre consumo y oferta del agua potable.

Este servicio funciona combinando la entrada de agua tratada a la red de agua potable, pero sólo en zonas donde sea necesario y en épocas de escasez y poco abastecimiento.

Por ejemplo, la Agencia Europea de Medio Ambiente a través de Iagua informa que los recursos hídricos de Malta son limitados y que hay zonas de alto valor ecológico donde deben respetarse.

De hecho, «no se tocan» ya que deben cubrirse las necesidades de dichos ecosistemas.

Sin embargo, en zonas rurales y urbanas se trata de garantizar las necesidades de ambos mediante un ambicioso programa de reutilización del agua, es decir, agua reciclada. 

Gracias a este sistema de reutilización se asegura que el consumo de los ciudadanos de Malta accedan a la cantidad de 110 litros por persona y día, un consumo bajo en comparación con la media en Europa.

Agua reciclada para humanos y agricultura

Para ello, el consumo de agua agrícola y el doméstico incluirán el agua reciclada. En el caso de la agricultura se tiene previsto usar plantas de depuración que se calcula añadirán siete millones de metros cúbicos de agua reciclada al año.

Se estima que esta cantidad sea un 33 por ciento de las necesidades de consumo agrícola.

En el caso doméstico, sucede algo parecido y es que si tenemos en cuenta que se va en torno a un 30 y un 45 por ciento del agua «sólo» en ducharse puede ayudar a reducir el consumo de 110 litros a 70 por persona.

Además, este agua para la ducha sería totalmente limpia y no entraría en contacto con las personas ya que haría un uso de un sistema de descarga.

Estas medidas tienen un gran potencial, no sólo en Malta, también como hemos visto en Madrid a las que se le añaden otras soluciones como la creación de tanques de captación, de reserva de agua, y por supuesto, una mejor gestión y educación.

Todo ello ayudará a conseguir paliar la futura escasez de agua y seguir garantizando agua potable y de calidad para el consumo humano.




Generar energía por evaporación de agua es posible

Cuando pensamos en energía renovables se nos viene a la cabeza la energía eólica, la solar, la generada por las mareas y la energía térmica. Pero hay otras formas, menos conocidas, pero igualmente eficaces, baratas y verdes, por ejemplo, generar energía por evaporación de agua.

Y es que la energía que proviene del proceso de generar la evaporación natural del agua podría abastecer parcialmente y en gran medida la producción eléctrica de muchos países.

¿Qué es la energía por evaporación de agua?

La ley de la conservación de la energía explica que la energía no puede destruirse ni crearse por lo que sólo se puede cambiar de una forma a otra.

Esta ley que descubrió en 1794 el químico Lavoisier afirma que la energía está sometida a continuos cambios y se transforma pasando de un estado a otro.

Pensemos en el agua que puede cambiar de diferentes estados, desde el hielo, al vapor y al agua y lo mismo con la energía. Y es que la energía se puede cambiar, pero no erradicar.

Si quemas un libro tiene como resultado que las páginas del mismo se transforman en humo y cenizas, pero la cantidad de materia en el ambiente es la misma.

En el caso de la calefacción sucede algo parecido, la energía de la electricidad o del gas que proviene de nuestra caldera se transforma en energía calorífica.

Y con el agua sucede algo parecido. La evaporación del agua tiene una gran poder energético y puede producir y liberar energía mediante un sistema que ha descubierto recientemente un equipo de la Universidad de Columbia en los EE.UU y publicado en la revista Newscientist.

Ozgur Sahin, un investigador que trabaja en el departamento de Física de la Universidad de Columbia ha ideado un sistema que usa un motor de evaporación para mover una cinta mediante la generación de esporas que se enroscan en la cinta y la mueven en función del ambiente seco o húmedo.

Generar energía por evaporación de agua, ¿cómo funciona?

Según afirman estos científicos, generar energía mediante la evaporación del agua es un sistema de lo más limpio y potente ya que tiene grandes posibilidades técnicas.

El ejemplo que ha puesto la Universidad de Columbia es que el agua que se evapora en la zona de los grandes Lagos de EE.UU., y que incluye los 5 grandes lagos situados en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá puede llegar a producir en torno a unos 2.850 MWh de electricidad cada año.

Esta cantidad es el equivalente a dos tercios de la electricidad generada en el país dirigido por Trump durante el año 2015.

Otras fuentes hablan de una cantidad enorme y similar, unos 325 gigavatios de energía, lo que significa casi el 70 por ciento de la producción de energía del gigante norteamericano.

Además, si tenemos en cuenta que la zona de los Grandes Lagos es el mayor grupo de lagos de agua dulce de todo el mundo cubriendo una superficie de 245.000 kilómetros cuadrados y que tienen el 21 por ciento de las reservas de agua potable del planeta por lo que sus posibilidades energéticas son enormes.

No sólo por la cantidad de energía en forma de electricidad, calor y/o calefacción que podrían producir gracias a ellos, sino por el modelo de eficiencia y limpieza que tiene el uso de la evaporación del agua.

Esporas que se mueven como un motor rotativo

Y es que se trata de un sistema de lo más limpio y eficiente que aprovecha las gotas de agua generadas por el efecto de la humedad y evaporación de los líquidos que absorben unas esporas llamadas Bacillus subtilis¡.

Estos organismos son capaces de aumentar y minimizar su tamaño según la cantidad de agua absorbida en su interior, digamos que actúan como una especie de esponja que crece o disminuye a nuestra conveniencia y que se aprovecha mediante un trabajo mecánico que generan las bacterias en un motor.

Este movimiento de contracción actúa como una especie de turbina y como resultado del aumento y la disminución del tamaño por la ausencia o la aparición de la evaporación de agua hace que una rueda del motor gire de forma constante y genere energía continua.

Así, se conecta un motor con una rueda y estas esporas en su interior muevan la cinta con ruedas en función de la evaporación del ambiente, un poco similar al efecto de un motor rotativo.

24 horas de electricidad

Lo bueno de este sistema tan innovador es que puede generar electricidad no sólo por el día, también por la noche. Es decir, se trata de un sistema 24×7. 

Esto se debe a que aunque por la noche hay menos condensación que por el día, el agua del día se puede bloquear y almacenar parcialmente ya que la propia agua genera agua caliente que se sigue evaporando constantemente por la noche.

Eso sí, de momento el proyecto no está acabado y le faltan muchos detalles por pulirse para aplicarlo a gran escala.

Sin embargo, se trata de una idea que ofrece grandes posibilidades energéticas en caso de solucionar estos fallos técnicos. Por ello, los investigadores están trabajando para aprovechar esta nueva fuente de energía y convertirla en una realidad.

Y es que la principal característica de la evaporación del agua es que es un sistema que está sin explotar, al menos, hasta ahora. En todo caso, las investigaciones van por buen camino y los científicos apuntan a que en un futuro se puede aplicar gigantes sistemas de energía móviles en bahías, lagos o embalses.

Como comentamos antes, se parecerían a máquinas rotativas parecidas a las de las turbinas eólicas que se colocan en el mar para aprovechar la fuerza de las mareas.

En palabras del profesor Ozgur Sahin: «la evaporación es una fuerza fundamental de la naturaleza. Está en todas partes y es más potente que otras fuerzas como las olas o el viento».

En definitiva, las posibilidades de la energía por evaporación del agua están por descubrir, pero todo apunta a que se ha descubierto una nueva fuente de energía, limpia, verde y lo más importante renovable.




El agua y el cambio climático, ¿cómo afectará a las reservas mundiales?

Que cada vez hay menos agua y el cambio climático es una realidad es algo bien sabido por mucho que gente como Donald Trump intente que la Tierra deje de ser conocida como el planeta azul.

Y es que del total de agua que existe en la superficie terrestre apenas el 2 por ciento es agua dulce.

El resto, un 98 por ciento es salada. Y es que el problema del agua no es tanto la escasez de las misma sino el mal uso y gestión que hacemos de ella.

Esto se agrava mucho más por los efectos del cambio climático sobre este líquido tan preciado.

¿Cómo son los efectos del cambio climático en el agua potable?

El cambio climático origina, entre otras cosas, un calentamiento del planeta que causa sequías, erosiones del terreno, desertización, pero también inundaciones y tormentas.

Lo malo de este exceso de agua es que, muchas veces, puede llegar a contaminar los suministros de agua potable, con todo lo que ello conlleva.

Es decir, contaminación de enfermedades, propagación de residuos tóxicos a plantaciones y arrasar con suministros y reservas de agua.

Esto que igual no es un problema tan grave en zonas industriales y ricas sí lo es en países pobres donde no cuentan con demasiados recursos. Además, algunas de las zonas pobres están situadas en zonas con alto riesgo de inundaciones.

Esta agua puede llegar a ser contaminada por varias formas, la primera al llegar a las reservas de agua y contaminarlas, la segunda mediante la propagación de enfermedades a través de las plantaciones y cultivos.

El agua de las inundaciones puede llegar a los campos y estar contaminada ya que al llegar a estos lugares arrastran consigo partículas tóxicas, minerales y trozos de tierra contaminada que queda presente en las plantas que más tarde consumiremos.

Es decir, estas partículas contaminadas llegan a toda la cadena alimenticia y esto es un problema que no sólo afecta a humanos, también al resto de seres vivos. 

Y hay más, el efecto del agua y el cambio climático afecta gravemente a los ecosistemas y la extinción de muchas especies animales a consecuencia de la explotación humana y el aumento de superficies de cultivo. 

Curiosamente, esto se debe a que las regiones climáticas donde se suelen llevar a cabo este incremento de terreno para uso agrícola aumenta la presión hídrica en la zona y, por tanto, el agua potable disminuye. 

Finalmente, comentar que el efecto del cambio climático no sólo afecta al consumo de agua potable, también a la producción de alimentos, a la degradación del permafrost y de inestabilidad en el sistema alimentario así como el aumento del nivel de mar, entre otras incidencias. 

¿Cómo evitar los efectos del cambio climático en los recursos de agua?

Esta es la pregunta del millón y que tanto científicos como ingenieros, políticos y especialistas en medio ambiente y gestión de recursos no dejan de hacerse.

A la vista está que los efectos del cambio climático no dejan de crecer cada año y que si no tomamos medidas pronto nos estamos acercando a un punto de no retorno. 

De hecho, se calcula que el año 2035 es el «punto de no retorno», es decir, el momento irreversible en el que el planeta superará un calentamiento global de 1,5 grados lo que provocará el aumento de la superficie del mar y el deshielo de los polos .

Es decir, unas consecuencias irremediables y dramáticas para la vida en la Tierra. 

Teniendo en cuenta que hay ciertas cosas que no podemos hacer (cambiar el tiempo, por ejemplo) otras sí podemos. 

A continuación, os ponemos unos ejemplos:

Algunas de ellas son tan fáciles como ejercer nuestro poder como ciudadanos y personas. A veces se nos olvida el gran poder que tenemos como conjunto. 

Si un grupo determinado de personas decide dejar de comprar en un supermercado, éste se verá obligado a tomar medidas para ver qué sucede.

Esto es parecido, pero aplicado al terreno del medio ambiente, si los ciudadanos ejercen presión de abajo arriba, es decir a los políticos exigiéndoles campañas, medidas y protestas, estos no tendrán más remedio que hacernos caso. 

Un ejemplo de que este cambio está calando en la sociedad lo representa claramente Greta Thunberg, la adolescente sueca que se ha convertido en todo un icono de la lucha contra el cambio climático.

La presión social ha aumentado desde que esta joven ha salido en las televisiones de todos los países del mundo afirmando que se deben tomar soluciones de forma inmediata.

Algunas acciones son tan sencillas como reducir el consumo innecesario de agua potable en las grandes urbes, realizar políticas de calado internacional para la gestión de los recursos hídricos y sobre todo, reducir el ritmo de emisiones de gases contaminantes mediante la eliminación de carbón, la desaparición de coches diésel y de gasolina y la adopción del coche eléctrico. 

Otras son seriedad y compromiso por parte de los países firmantes, pero también convencer a otros que se han echado atrás como es el caso de potencias como EE.UU. o Brasil al que poco le importa lo que pase en el Amazonas. 

Y otras medidas son las que pueden tomar los ciudadanos en conjunto. Algunas de ellas recomendadas por varios informes de la ONU son las siguientes:

  • Reducir el consumo de carne en la medida de lo posible.
  • Desperdiciar menos comida. Alrededor de la comida que se derrocha representa entre un 25 y un 30 por ciento del total. 
  • Realizar dietas equilibradas basadas en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres o cereales.
  • Gestionar mejor los recursos del agua, esto significa consumir menos agua, para ello, podemos ducharnos y no bañarnos o lavar los coches a mano en lugar de en túneles de lavado.
  • Hacer uso del transporte público, mover el coche en caso necesario, exigir a los políticas medidas de gestión del suelo, cambiar la forma de cómo utilizamos la tierra y aumentar el uso de energías renovables, entre otras medidas. 

Para hacer esto posible no sólo es necesario firmar pactos como el Acuerdo de París de 2015, el Protocolo de Kyoto de 1995 o la Cumbre del Clima 2019, también hay que respetarlos y velar por su cumplimiento. 

Finalmente, no podemos olvidar que todavía estamos a tiempo de parar y abordar el cambio climático, pero que como tardemos demasiado tiempo perderemos la capacidad de actuar para absorber el carbono en la atmósfera y evitar el punto de no retorno. 

 




El agua cuesta en España un 37% menos que la media de Europa

Las patronales de las empresas operadoras de ciclo integral del agua urbana, la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA), han analizado, junto a Ecodes, los mecanismos de ayuda social actuales para la no interrupción del suministro de agua a ningún hogar por incapacidad de pago.

El Canal de Isabel II, empresa que gestiona el ciclo del agua en Madrid, anunció en noviembre del año pasado que congelará las tarifas del agua durante todo 2016 y que ampliará la coste social a todos los perceptores de la Renta Mínima de Inserción. Esta medida beneficia a 25.000 familias madrileñas y multiplica por ocho el número de personas con derecho a esta tarifa, que además ya no necesitan de informe previo de los servicios sociales de la Comunidad certificando su situación de vulnerabilidad; todas las familias han sido previamente valoradas por la Consejería de Políticas Sociales y Familia.

En Madrid, la tarifa social subvenciona un 74% del gasto en agua, lo que supone, como detalló la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, asegura que «esos ciudadanos pagarán menos de cuatro euros mensuales, IVA incluido, por un consumo de 417 litros de agua al día».

Esas 25.000 familias residentes en la comunidad madrileña forman parte de los 600.000 españoles beneficiados por las distintas acciones de ayuda social en el sector del agua urbana. Ayudas que existen desde hace años en España y que ofrecen, en diversas modalidades, buena parte de los municipios, pero que se han reactivado e incrementado con motivo de la crisis económica. Estas ayudas se contemplan tanto en las estructuras tarifarias fijadas por las ordenanzas municipales o reglamentos normativos (mecanismo de acción social clásico), como a través de dispositivo de nueva creación, los llamados Fondos de Solidaridad.

«Estos últimos son un mecanismo de acción social alternativo, no asociados a la estructura tarifaria, que responden fundamentalmente a criterios de renta. Pueden nutrirse de diferentes fuentes presupuestarias y pueden funcionar por sí solos o complementando las bonificaciones tradicionales que se contemplan en la estructura tarifaria», explica Fernando Morcillo, presidente de AEAS. Al ser de competencia municipal, los mecanismos de acción social son muy heterogéneos, y son los ayuntamientos y/o las comunidades autónomas los competentes en determinar a sus beneficiarios.

Asequibilidad y sostenibilidad

Según el informe Sostenibilidad social en el sector del agua urbana: situación y recomendaciones, realizado por AEAS, AGA, y la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) en nuestro país más del 90% de la población reside en municipios que poseen uno o ambos mecanismos, alcanzando el número de beneficiados el 1,2% de los usuarios.

De ellos, el 63% reside en municipios con bonificaciones fijadas en la propia estructura tarifaria, el 13% en municipios con implantación de Fondos de Solidaridad y el 24% en municipios que contemplaban ambos mecanismos.

El objetivo de este estudio, que se ha elaborado sobre una muestra de servicios de agua que atienden a una población superior a los 15 millones de personas, es analizar los mecanismos de ayuda social existentes en el sector del agua y proponer unas recomendaciones que puedan orientar a los ayuntamientos y administraciones competentes sobre la mejor manera de ponerlas en práctica. «Nuestra intención es mejorar y profundizar en la sensibilidad de las entidades operadoras de los servicios de agua urbana hacia los colectivos más desfavorecidos y encontrar el equilibrio entre la sostenibilidad del servicio, mediante una adecuada recuperación de costes, y la garantía de acceso universal al agua, ofreciendo soluciones a las familias en situaciones económicas precarias, sin disminuir la calidad del servicio y preservando el medio ambiente», añade Morcillo.

La ONU recomienda que el gasto en agua de un hogar no supere el 3% de sus ingresos. En España, según el Estudio sobre el precio del agua de la Fundación Aquae, el gasto en agua representa, de media, un 0,9% de los ingresos del hogar. Teniendo en cuenta la capacidad adquisitiva de cada país, el esfuerzo económico de los españoles y residentes en España para pagar la factura del agua supone, en general, un 37% menos que el esfuerzo de la media europea.

Para los responsables de los operadores de agua urbana, el Derecho Humano al agua, del que no se debe privar a ningún hogar por incapacidad de pago debidamente justificada, debe compaginarse con la contribución al mantenimiento de los servicios a través del pago de un precio asequible.

«Los servicios de abastecimiento, saneamiento y depuración conllevan unos costes, así como la sostenibilidad de estos servicios depende de la recuperación de dichos costes, según el principio establecido por la Directiva Marco del Agua. Así, todo ciudadano tiene la obligación de contribuir al pago de una tarifa del agua que sea asequible, por tratarse de un bien básico esencial», señala el informe de AEAS-AGA.

Fuente: ElEconomista.es




El acceso al agua en España es cada vez más limitado

Los recursos hídricos, esenciales para la vida, serán cada vez más escasos en el mundo a lo largo del siglo XXI. Asimismo, el cambio climático hará que disminuya la calidad del agua bruta y generará riesgos para la calidad del agua potable, según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Otros dos informes presentados ayer en la cumbre del clima, que se celebra estos días en París, indican que España no escapa a estos riesgos. Los datos aportados por la organización no gubernamental Ecologistas en Acción son claros.

«Los resultados del trabajo son realmente preocupantes. La combinación de la reducción de las precipitaciones y, muy especialmente, la subida de las temperaturas que se está produciendo ha generado una reducción media del volumen de agua que va a parar a los cauces de más del 20% en tan sólo 25 años», aseguran desde la institución ecologista.

La parte de población global que sufre escasez de agua y que padece las grandes inundaciones fluviales crece cuanto mayores son las concentraciones de gases de efecto invernadero y según aumenta el nivel de calentamiento global.

En el caso de España, el descenso se ha producido en todas las cuencas, aunque ha sido especialmente importante en la del Segura, con una reducción del 38%, seguida del resto de las cuencas mediterráneas.

«Todo ello conduce necesariamente a un auténtico colapso hídrico, de gravísimas consecuencias medioambientales, sociales y económicas», según la opinión de Ecologistas en Acción.

Por otro lado, el trabajo apunta a que la demanda seguirá creciendo, pues los planes hidrológicos recientemente aprobados prevén un incremento neto del consumo para los próximos años del 10%, debido mayormente al aumento previsto en la superficie de regadío.

«Dado que más del 80% del consumo de agua en España se lo llevan los cultivos de regadío, para poder recuperar un cierto reequilibrio hídrico, sería necesario no solo no crear nuevos regadíos, sino reducir la superficie existente de los más de cuatro millones de hectáreas, a un máximo de 3-3,2 millones de hectáreas», añaden.

A esto hay que unirle que el riesgo de inundaciones seguirá aumentando en el futuro, particularmente en países como España. «Las avenidas repentinas provocadas por precipitaciones intensas serán probablemente más frecuentes en toda Europa, especialmente en el sur del continente donde se sitúa la península ibérica, donde estas avenidas repentinas podrían incrementarse un 70% al final de siglo», recalcan.

Para la asociación ecologista, gestionar adecuadamente el territorio fluvial implica recuperar meandros y bosques de ribera que disipan la energía de las crecidas, eliminar diques y motas para facilitar desbordamientos suaves que impidan episodios graves de inundación y adaptar los usos a la inundabilidad para reducir la exposición al riesgo de personas y bienes económicos.

Fuente: SINC




España celebra la aprobación de una resolución de la ONU sobre los derechos al agua potable y al saneamiento

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación celebró este miércoles la adopción por consenso de la resolución ‘Los derechos humanos al agua potable y al saneamiento’, presentada por España y Alemania, con el copatrocinio de 95 Estados, ayer en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.

Según informó Exteriores, tras el reconocimiento en 2010 del derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos en la resolución 64/292, en 2013 la comunidad internacional fue capaz de adoptar, por primera vez por consenso, la resolución 68/157 sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento a iniciativa de España y Alemania.

Ahora, dos años después, también a iniciativa de España y Alemania, y todavía con más apoyo expresado en número de copatrocinios, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su tercera comisión, acaba de adoptar un nuevo texto que supone “un gran paso en la consolidación y en el reforzamiento de los derechos humanos al agua potable y al saneamiento”.

Con esta resolución, la Asamblea General por primera vez define los derechos y consagra la existencia de dos derechos distintos, aunque conectados: el derecho humano al agua y el derecho humano al saneamiento.

El nuevo texto responde en buena medida a la necesidad largamente sentida, y manifestada por los actores implicados en esta materia del tratamiento separado del derecho al saneamiento con objeto de avanzar en su aplicación práctica.

“La realidad demuestra que los avances no se han producido al mismo ritmo con respecto al derecho al agua potable y con respecto al derecho al saneamiento” sentenció el Ministerio.

La nueva resolución, según Exteriores, busca corregir esta situación y constituye un instrumento de enorme importancia para avanzar en la realización práctica del derecho al saneamiento.

Por último, el Gobierno destaca el “reforzamiento” del enfoque de género en la resolución que acaba de aprobarse.

Fuente: TeInteresa.es




Continua la escasez de agua en los embalses

El año agrícola que ahora termina (periodo comprendido entre el 1 de septiembre y el 31 de agosto) empezó con numerosas precipitaciones, hasta el punto de que el mes de septiembre de 2014 fue el más lluvioso en España de todos en lo que va de siglo.

A partir de diciembre, salvo algunas excepciones, las precipitaciones estuvieron por debajo de lo normal, circunstancia, que no solo se reflejó en la agricultura de numerosas comarcas sino también en que la cantidad de agua de los embalses a estas alturas del año es inferior a la que había el pasado año en las mismas fechas.

Actualmente, sumando las de todas las cuencas la reserva es de 33.504 hm3 frente a los 37.442, que en tantos por ciento con respecto a la capacidad total suponen el 59,85% y el 66,89%, respectivamente. El “consuelo” es que la media de los diez últimos años- 30.954 (55,32%)- está por debajo de lo que hay ahora, lo que pone de manifiesto que ha habido años bastante secos en el trascurso de la decena.

En el cuadro que se muestra a continuación se puede ver que solo en una cuenca, Cantábrico Occidental, hay más agua en los embalses a que hace un año y en otra la cantidad es similar al anterior. En las demás hay menos.

cuadro cuencas agua

Fuente: ElTiempo.es




La Comisión Europea quiere concienciar sobre los efectos que los modelos de consumo tienen sobre los recursos naturales

La última fase de la campaña «Generation Awake» de la Comisión Europea se centra en las consecuencias medioambientales, económicas, sociales y personales que acarrea la utilización de los recursos de manera insostenible. El objetivo de la campaña es concienciar a los consumidores de los efectos que sus modelos de consumo tienen sobre los recursos naturales, ilustrando los beneficios que se pueden derivar de comportamientos diferentes. Esta campaña gira en torno a un sitio web totalmente interactivo disponible en las 24 lenguas oficiales de la UE, donde personajes de dibujos animados muestran el impacto medioambiental que conllevan las decisiones de compra que se toman a diario.

A pesar de los objetivos fijados y los éxitos alcanzados en cuanto a reciclado a escala de la UE en determinados ámbitos, los residuos siguen siendo un recurso enormemente infrautilizado en Europa. Un estudio elaborado para la Comisión estima que si se aplicara íntegramente la legislación de la UE sobre residuos, se ahorrarían 72.000 millones de euros al año, aumentaría en 42.000 millones de euros el volumen de negocios anual del sector de la gestión y el reciclado de residuos en la UE y se crearían más de 400.000 nuevos puestos de trabajo para el año 2020.

El sitio web de «Generation Awake» invita a los visitantes a descubrir el valor de los residuos, mostrando cómo, antes de optar por tirarlos, estos pueden ser reutilizados, reciclados, intercambiados y reparados. En una página de Facebook se insta a los ciudadanos a asumir retos como la reducción del desperdicio de alimentos y del consumo de agua. Todo el mundo queda invitado a unirse y a difundir el siguiente mensaje: hay residuos que no pueden evitarse pero que pueden transformarse en valiosos recursos, y ahorrar recursos implica ahorrar dinero.

Bajo la desenfadada campaña subyace un mensaje serio: los desperdicios contienen a menudo materiales de valor que pueden ser reintroducidos en el sistema económico. Hoy en día, la economía de la Unión Europea pierde una cantidad considerable de posibles materias primas secundarias como consecuencia de la deficiente gestión de los residuos.

En 2010, la producción total de residuos en la UE ascendió a 2.520 millones de toneladas, lo que representa una media de 5 toneladas por habitante y año. Mediante la reducción, la reutilización y el reciclado de los residuos todos podemos hacer nuestra aportación a una economía dinámica y a un medio ambiente saludable. Se ahorran así recursos medioambientales y económicos, con lo que se impulsa a Europa hacia una economía más circular, en la cual extraemos el máximo valor de los recursos y productos mediante su reparación, reutilización, refabricación y reciclado.

La campaña, que se ha traducido a todas las lenguas de la UE, va dirigida a un público de entre 25 y 40 años, poniendo un énfasis especial en los jóvenes adultos de las zonas urbanas y en las familias con hijos pequeños. Desde su puesta en marcha en octubre de 2011, el sitio web de la campaña ha recibido más de 750.000 visitas, sus vídeos han sido vistos por más de 4,5 millones de personas, y su página de Facebook (www.facebook.com/generationawake) ha atraído a cerca de 100.000 personas. Esta nueva fase de la campaña incluye un concurso de fotografía que invita a presentar sugerencias para la transformación de las basuras en recursos. El premio en juego es un viaje a Copenhague, la Capital Verde Europea 2014.

Fuente: Comisión Europea