El consumo de agua reciclada aumentará por la falta de agua potable

La COP25, o lo que es lo mismo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 celebrada en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019 alertan de que las consecuencias del cambio climático son inminentes. Una de ellas es precisamente, la escasez de agua potable lo que hará que aumente el consumo de agua reciclada.

Y no sólo ocurrirá en países y sitios de clima desértico o donde haya poca lluvia, también en algunas zonas de España como Madrid, la zona de costa del Mediterráneo, Malta, África, zonas del Amazonas o lugares famosos como las cataratas Victoria, que han sido noticia estos días por la alarmante falta de caudal del río.

¿Cuál es la solución o soluciones que proponen los países?

Las medidas e intentos para evitar el cambio climático van por varias direcciones, una de ellas es que países, gobiernos y empresas van a firmar un convenio en el que van a presentar su acción climática como la reducción de gases, regulación del mercado de carbono y una transición ecológica y mejora en la planificación y gestión del agua.

Estas medidas, en especial, la del consumo de agua potable va afectar y mucho al líquido que consumimos y cómo vamos a hacerlo.

Hasta ahora muchas normas que se aplicaban para ahorrar y reducir el consumo de agua han dejado de aplicarse ya que no acaban de funcionar como debieran.

Por ejemplo, las reparaciones de filtraciones en la red de abastecimiento, la mejora de las tuberías, canales (para consumo humano, industrial y ganadero) y acequias o la implantación del riego por goteo son medidas que no acaban de funcionar del todo.

El motivo no es porque no resulten eficaces y útiles, que lo son, sino porque el problema es que llueve poco. Es decir, cae poca agua del cielo y por lo tanto escasea y la que tenemos hay que cuidarla o reutilizarla.

Por lo tanto, si no se toman otras medidas tendremos un problema muy gordo.

Por ello, los países, entidades y ciudades están buscando alternativas como invertir en la salinización, educar a la gente y controlar a la población para que no agotemos nuestros recursos líquidos.

Sin embargo, otra medida que se está comenzando a usar en diferentes lugares, España incluida, es el aumento de consumo de agua reciclada para no llegar a un punto crítico ante la falta del oro líquido.

¿Qué es el agua reciclada?

Y es que tan importante es mejorar las redes de abastecimiento para evitar pérdidas (de hecho, son una de las principales causas de la escasez) como de evitar que se contamine, pero sobre todo, reutilizarla.

Y es que el agua reciclada es una solución que apuesta por consumir y aprovechar el agua en diferentes ámbitos, no sólo en el consumo sino también en el tratamiento de la misma.

Pero, ¿en qué consiste el agua reciclada? La respuesta es fácil, el agua reciclada es aquella que se vuelve a utilizar para consumo humano y que proviene de diferentes fuentes como la regeneración de agua o agua tratada.

Un ejemplo de esto sucede en Madrid, donde la empresa pública encargada del ciclo integral de todo el líquido en la Comunidad es responsable del cuidado de la misma y está buscando nuevas fórmulas para evitar la falta de calidad, así como luchar contra la escasez del líquido en la red de abastecimiento.

Canal Isabel II, la empresa pública que cuenta con unos laboratorios en Madrid está buscando formas para combatir la falta de agua y la recogida de la misma, y es que según diferentes informes se ha visto reducida un 20 % en los últimos 30 años.

Si a ello le sumamos la presión de la población que aumenta cada año, el consumo se dispara sin remedio y hay que buscar nuevas formas para evitar que impacten en las reservas de agua potable.

¿Cómo funciona la entrada de agua tratada a la red de agua potable?

Precisamente, la situación histórica actual se suma a la limitación de los recursos hídricos tanto en el presente como en el futuro.

Las reservas de agua y la consecuencia del cambio climático no invitan a pensar que llegue para todos.

De ahí que se busquen fórmulas para añadir agua tratada a las redes de abastecimiento e incluso tener que acudir al consumo de agua reciclada para paliar la falta de líquido.

Esto no sólo ocurre en Madrid como comentamos antes, también en otros países y continentes. Por ejemplo, en Malta, un país pequeño situado en medio del Mediterráneo proponen diferentes soluciones.

A la reparación de fugas y la mejora en la gestión del servicio se contempla un programa de reutilización del agua para conseguir el equilibrio entre consumo y oferta del agua potable.

Este servicio funciona combinando la entrada de agua tratada a la red de agua potable, pero sólo en zonas donde sea necesario y en épocas de escasez y poco abastecimiento.

Por ejemplo, la Agencia Europea de Medio Ambiente a través de Iagua informa que los recursos hídricos de Malta son limitados y que hay zonas de alto valor ecológico donde deben respetarse.

De hecho, «no se tocan» ya que deben cubrirse las necesidades de dichos ecosistemas.

Sin embargo, en zonas rurales y urbanas se trata de garantizar las necesidades de ambos mediante un ambicioso programa de reutilización del agua, es decir, agua reciclada. 

Gracias a este sistema de reutilización se asegura que el consumo de los ciudadanos de Malta accedan a la cantidad de 110 litros por persona y día, un consumo bajo en comparación con la media en Europa.

Agua reciclada para humanos y agricultura

Para ello, el consumo de agua agrícola y el doméstico incluirán el agua reciclada. En el caso de la agricultura se tiene previsto usar plantas de depuración que se calcula añadirán siete millones de metros cúbicos de agua reciclada al año.

Se estima que esta cantidad sea un 33 por ciento de las necesidades de consumo agrícola.

En el caso doméstico, sucede algo parecido y es que si tenemos en cuenta que se va en torno a un 30 y un 45 por ciento del agua «sólo» en ducharse puede ayudar a reducir el consumo de 110 litros a 70 por persona.

Además, este agua para la ducha sería totalmente limpia y no entraría en contacto con las personas ya que haría un uso de un sistema de descarga.

Estas medidas tienen un gran potencial, no sólo en Malta, también como hemos visto en Madrid a las que se le añaden otras soluciones como la creación de tanques de captación, de reserva de agua, y por supuesto, una mejor gestión y educación.

Todo ello ayudará a conseguir paliar la futura escasez de agua y seguir garantizando agua potable y de calidad para el consumo humano.

image_pdfimage_printImprimir